Sin triunfos ni derrotas definitivas #Especial @romerojesusrm

El año 2017 ha comenzado en Venezuela igual que los anteriores, simplemente el país se acostumbró al silencio y a la conformidad, donde se refleja una vasta llanura estéril y desnuda. El dominio de la ideología propuesta llamada el Socialismo del siglo XXI a través de estas dos décadas, ha permitido moldear a los hombres, costumbres e instituciones a su imagen y conveniencia. El miedo, la preocupación, la angustia, la zozobra se respira con normalidad en las calles, avenidas y bulevares del país. La sociedad no tiene un objetivo que enrumbe al país en un cauce llamado desarrollo, que permita conseguir el bienestar holístico, social, ambiental, cultural y económico que todo pueblo merece. Existe un relato en nuestra historia contando por el barbudo Tolstoi conde ruso de Yasnia Poliana, él creía que “el mal venezolano no era el caudillismo, sino la falta de solidaridad, de consecuencia y de amor” A Venezuela la está matando el más estéril y feroz egoísmo. Nadie quiere saber de nadie… por otro lado me permito utilizar unas palabras que nacieron un 14 de diciembre, por parte de Román Delgado Chalbaud, escritas en una carta a Rafael Pocaterra donde relata, que hasta ahora ha campeado la anarquía, la falta de patriotismo y de sentido común en la mayor parte de nuestros hombres… ¿Será esta la dualidad que ha imperado desde que somos República? ¿Es la respuesta de porque socialmente con el paso de los años nos hemos convertido en un país culturalmente desnutrido?

Decenas de economistas de todas las tendencias aportan de acuerdo a sus visiones, cuáles deberían ser las mejores acciones a tomar para acomodar la problemática social del país, como si fuera una fórmula secreta, ¡una varita mágica! o ¡un recetario de cocina!, simplemente porque esas medidas funcionaron en un país, y dejan a un lado la historia, la tradición del venezolano, la coyuntura que implícitamente ha existido entre nosotros. !Estamos atrapados en el laberinto del progreso!

Una vez más se resquebraja en nuestra historia, la débil y siempre bamboleante institucionalidad. Se acabaron los “cosméticos” que maquillarán a la nación. La suerte del presidente es la suerte del país. El progreso necesita de orden para que el cambio gradual vaya transformando a Venezuela, es una sociedad que necesita de nuevos Prieto Figueroa capaces de fundar una nueva democracia en el cual se pueda debatir los modelos para la construcción de un nuevo país, además entender y elaborar cómo debe ser el proceso educativo para la nación, pocos son los que entienden que el gran cambio de progreso del hombre es el saber, el conocimiento, esto es lo que ha estado detrás de todas las grandes revoluciones, como también creo que la inconformidad debe ser una fuerza creadora para el venezolano; el aspirar a más, es en realidad la base de las transformaciones, aquí me permito citar al maestro Prieto Figueroa “los inconformes son los que proyectan el pensamiento más allá del instante que se vive”.


¡Estoy convencido de que todos los venezolanos debemos ser inconformes y si todos nos unimos llegaremos allá arriba, como lo dijo en su momento Leonardo Ruiz Pineda!

Jesús Romero
Economista de la UCV
Twitter: @romerojesusrm

Sin triunfos ni derrotas definitivas #Especial @romerojesusrm Sin triunfos ni derrotas definitivas #Especial @romerojesusrm Reviewed by Anónimo on 4/14/2017 Rating: 5

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