Debate petrolero gira sobre cómo frenar el avance del esquisto
El panorama petrolero es complejo. Determinar qué ocurrirá exactamente en la reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) este jueves 27 de noviembre, es temerario o bien podría ser un ejercicio de mera especulación , dicen analistas.
Tampoco está claro que las decisiones que allí se tomen se conviertan en la solución definitiva para contener el desplome de los precios, que desde junio han perdido más de 33% de su valor
Para el profesor de postgrado de la Universidad Central de Venezuela, Mazhar Al-Shereidah, las dos alternativas: recortar o no, tienen sus implicaciones.
La primera podría significar una pérdida de espacios en el mercado petrolero, considerando que la Opep de hecho ya pasó de representar 50% de la oferta mundial de petróleo a suplir 33,3% en los actuales momentos, según información de la propia Opep.
Estima además que una poda en el bombeo “con toda seguridad en un 70% a 80% de lo que vaya a bajar lo van a suplir otros productores sobre todo Estados Unidos”, dijo.
La segunda alternativa que es mantener la oferta, o sea el techo de bombeo de 30 millones de barriles por día fijado en 2011, para intentar contener la producción de esquistos o lutitas si los precios continúan bajando y tornar inviables los desarrollos de ese crudo que explota Estados Unidos con bastante éxito.
Estas serían, en teoría, las dos posibilidades y lo que se perseguiría con cada una de ellas. Ahora bien, que cumplan con su objetivo, ahí está la interrogante.
A juicio del especialista, si se llegara a un acuerdo de recorte en la Opep, “tendría el mismo valor que el de la tinta con el que se firme el acuerdo”, o lo que es lo mismo, “al final nadie cumpliría la medida ni en 50%”, advierte Al-Shereidah.
Para él, los primeros en violar la decisión de recorte serían los iraníes, que enarbolan la bandera de la reducción por razones de índole fiscal, dice Al-Shereidah.
Pero para el analista, la cosa no se queda allí, Irán mantiene un doble discurso, pues una vez finiquitadas las negociaciones sobre el expediente nuclear, la nación persa se prepara para incorporar al mercado la producción que se vio comprometida con las sanciones aplicadas en 2010 por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cercana al millón de barriles por día.
Este es un escenario en el que “se entremezclan intereses a largo plazo en cuanto a la producción petrolera, y la tajada en el mercado que termina por definir elementos de carácter geopolítico”, comenta el analista.
Opep en desequilibro. La sobreoferta de crudo en el mercado petrolero, que ha provocado en gran medida el retroceso de las cotizaciones del hidrocarburo, no es un secreto para nadie.
Mientras tanto la desalentadora demanda de petróleo a escala mundial, hace lo suyo; aunada a un cuadro de malas noticias en torno al crecimiento económico de países claves para enderezar el destino del petróleo y la economía global en general.
En este panorama Al-Shereidah comenta que si bien es cierto que lo anterior demuestra una realidad de mercado, no es menos cierto que en el seno de la Opep “el efecto o sufrimiento no es equitativo, hay unos países que tienen mayores dificultades que otros en materia fiscal. Es una situación complicada”.
Considera sin embargo, que el impacto de un recorte en la producción no es la solución definitiva a la caída del valor del hidrocarburo.
¿Y qué es lo que ha ocurrido? “El vertiginoso aumento de la producción de lutitas (esquistos) ha perjudicado a los países Opep, independientemente de su ubicación geográfica”, dice Al-Shereditah.
Al mismo tiempo sostiene que esa extracción es, además, una espada de Damócles básicamente para los saudíes, que según las teorías, señalan el porqué esa nación está reacia al recorte.
“Alguien podría decir que Arabia Saudita es la nación con mayor músculo dentro de la Opep, tanto financiero como de producción, y que no es el más damnificado de sus miembros, por lo que podría hacer un sacrificio”.
Pero no es alentador para los saudíes contemplar cómo se va incrementando la producción de lutitas en Estados Unidos, que está satisfaciendo cada vez más la demanda interna, como la probabilidad de exportar a los mercados internacionales, comenta el especialista.
Los saudies esperan que la producción de lutitas de 2015 sea menor a la esperada si los precios del crudo tornan inviable esos desarrollos. “En lugar de que las lutitas coloquen 1 millón por día, pues que solo llegue a 700.000 barriles”, ejemplifica Al-Shereidah.
Sin embargo, cifras que maneja el docente señalan que “alrededor de 80% de la producción entre lutitas y no lutitas en 2015, será rentable con $70 por barril, que mucho de la extracción de lutitas tiene un precio de equilibrio de $40 por barril”.
Fuente: ELMUNDO.COM.VE
Tampoco está claro que las decisiones que allí se tomen se conviertan en la solución definitiva para contener el desplome de los precios, que desde junio han perdido más de 33% de su valor
Para el profesor de postgrado de la Universidad Central de Venezuela, Mazhar Al-Shereidah, las dos alternativas: recortar o no, tienen sus implicaciones.
La primera podría significar una pérdida de espacios en el mercado petrolero, considerando que la Opep de hecho ya pasó de representar 50% de la oferta mundial de petróleo a suplir 33,3% en los actuales momentos, según información de la propia Opep.
Estima además que una poda en el bombeo “con toda seguridad en un 70% a 80% de lo que vaya a bajar lo van a suplir otros productores sobre todo Estados Unidos”, dijo.
La segunda alternativa que es mantener la oferta, o sea el techo de bombeo de 30 millones de barriles por día fijado en 2011, para intentar contener la producción de esquistos o lutitas si los precios continúan bajando y tornar inviables los desarrollos de ese crudo que explota Estados Unidos con bastante éxito.
Estas serían, en teoría, las dos posibilidades y lo que se perseguiría con cada una de ellas. Ahora bien, que cumplan con su objetivo, ahí está la interrogante.
A juicio del especialista, si se llegara a un acuerdo de recorte en la Opep, “tendría el mismo valor que el de la tinta con el que se firme el acuerdo”, o lo que es lo mismo, “al final nadie cumpliría la medida ni en 50%”, advierte Al-Shereidah.
Para él, los primeros en violar la decisión de recorte serían los iraníes, que enarbolan la bandera de la reducción por razones de índole fiscal, dice Al-Shereidah.
Pero para el analista, la cosa no se queda allí, Irán mantiene un doble discurso, pues una vez finiquitadas las negociaciones sobre el expediente nuclear, la nación persa se prepara para incorporar al mercado la producción que se vio comprometida con las sanciones aplicadas en 2010 por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cercana al millón de barriles por día.
Este es un escenario en el que “se entremezclan intereses a largo plazo en cuanto a la producción petrolera, y la tajada en el mercado que termina por definir elementos de carácter geopolítico”, comenta el analista.
Opep en desequilibro. La sobreoferta de crudo en el mercado petrolero, que ha provocado en gran medida el retroceso de las cotizaciones del hidrocarburo, no es un secreto para nadie.
Mientras tanto la desalentadora demanda de petróleo a escala mundial, hace lo suyo; aunada a un cuadro de malas noticias en torno al crecimiento económico de países claves para enderezar el destino del petróleo y la economía global en general.
En este panorama Al-Shereidah comenta que si bien es cierto que lo anterior demuestra una realidad de mercado, no es menos cierto que en el seno de la Opep “el efecto o sufrimiento no es equitativo, hay unos países que tienen mayores dificultades que otros en materia fiscal. Es una situación complicada”.
Considera sin embargo, que el impacto de un recorte en la producción no es la solución definitiva a la caída del valor del hidrocarburo.
¿Y qué es lo que ha ocurrido? “El vertiginoso aumento de la producción de lutitas (esquistos) ha perjudicado a los países Opep, independientemente de su ubicación geográfica”, dice Al-Shereditah.
Al mismo tiempo sostiene que esa extracción es, además, una espada de Damócles básicamente para los saudíes, que según las teorías, señalan el porqué esa nación está reacia al recorte.
“Alguien podría decir que Arabia Saudita es la nación con mayor músculo dentro de la Opep, tanto financiero como de producción, y que no es el más damnificado de sus miembros, por lo que podría hacer un sacrificio”.
Pero no es alentador para los saudíes contemplar cómo se va incrementando la producción de lutitas en Estados Unidos, que está satisfaciendo cada vez más la demanda interna, como la probabilidad de exportar a los mercados internacionales, comenta el especialista.
Los saudies esperan que la producción de lutitas de 2015 sea menor a la esperada si los precios del crudo tornan inviable esos desarrollos. “En lugar de que las lutitas coloquen 1 millón por día, pues que solo llegue a 700.000 barriles”, ejemplifica Al-Shereidah.
Sin embargo, cifras que maneja el docente señalan que “alrededor de 80% de la producción entre lutitas y no lutitas en 2015, será rentable con $70 por barril, que mucho de la extracción de lutitas tiene un precio de equilibrio de $40 por barril”.
Fuente: ELMUNDO.COM.VE
Debate petrolero gira sobre cómo frenar el avance del esquisto
Reviewed by luis
on
11/25/2014
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