El reto saudita en 2014
Entre 2003 y 2013, Arabia Saudita ha disfrutado de excedentes fiscales acumulados de $638.000 millones como resultado de los altos precios petroleros.Para 2014 el sector petrolero saudita prevee una producción incremental de 1’630.000 barriles por día. / EFE
En su condición de país petrolero, Arabia Saudita es el productor residual, productor marginal o, en lenguaje coloquial, “el que pone lo que falta” (swing producer). La monarquía saudita ha dominado la política petrolera global durante muchos años, gracias a su considerable capacidad excedente de producción, a la cual puede recurrir ya sea para aumentar o para recortar el volumen que extrae, en función de sus objetivos de precio.
Su condición de swing producer se ha visto fortalecida por la incapacidad de sus socios en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para aumentar su producción. Además, desde su explosiva reunión a mediados de 2011, los miembros de la OPEP no han podido ponerse de acuerdo acerca de las cuotas individuales de producción, creando así un vacío de política que Arabia Saudita ha ocupado con avidez y celeridad.
El poder “moldear” los precios ha sido una especial bendición para la casa de Saúd, trayéndole riquezas, prestigio e influencia global mucho mas allá de los sueños de Abdul Aziz bin Saúd, su primer monarca y fundador en 1932.
Entre 2003 y 2013, Arabia Saudita ha disfrutado de excedentes fiscales acumulados de US$638.000 millones como resultado de los altos precios petroleros, una suma colosal que le ha permitido a la monarquía reducir su deuda nacional a niveles muy bajos.
Es más, los grandes excedentes de su balanza de pagos le han permitido acumular divisas durante ese período en una cantidad en exceso de US$700.000 millones.
En tiempos recientes los objetivos de los sauditas han sido dos: evitar que el precio petrolero suba en exceso pudiendo afectar la frágil recuperación económica, pero al mismo tiempo evitar que el precio se debilite mucho y así amenace su propia estabilidad sociopolítica y la de sus colegas de la OPEP.
Sin embargo, en esa misión la monarquía ha errado (?) en cuanto al techo del precio, el cual ha oscilado entre US$101 y US$113 el barril, obligando al mundo consumidor a destinar una cuantiosa parte de sus haberes a la compra de petróleo.
Ahora bien, para 2014 se anticipa una producción incremental de 1’630.000 barriles de petróleo diario (bpd) por parte de los productores ajenos a la OPEP, con el shale oil (petróleo de esquistos) de EE.UU. a la cabeza, además de un aumento de 200.000 bpd de líquidos de gas natural (LGN) en OPEP. Al sustraer la demanda incremental de 1’140.000 bpd anticipada, se concluye que la demanda sobre OPEP deberá reducirse en 680.000 bpd para que los inventarios de crudo se mantengan en su actual nivel. Pero para el cierre de este año en los inventarios aumentarán en 300.000 bpd, lo cual constituye una premisa para el inicio de 2014.
Contra ese telón de fondo se anticipa que Libia aumente su producción en 1’000.000 bpd, Venezuela en 250.000 bpd e Irak en 300.000 bpd. Además está la posibilidad de un retorno completo de la producción de Irán al mercado, si se llegara a materializar el acuerdo general que ese país está negociando con el grupo de potencias mundiales y cuya fecha objetivo es mayo de 2014. Si a las cifras antes mencionadas se sumaran unos 900.000 bpd de Irán a partir de mayo, el recorte requerido para mantener el precio en US$100 por barril sumaría 3 millones de bpd en promedio para el próximo año.
Ese recorte podría ser muy alto para que Arabia Saudita lo manejara sola, como lo ha venido haciendo desde 2011, aun si la monarquía tuviera la colaboración de sus socios en el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos (UAE) y Omán.
Aunque Arabia Saudita está en capacidad de aguantar precios de US$75 a US$80 por barril por largo tiempo, las preocupaciones que dejó la Primavera Árabe hacen presagiar que de ser necesario un recorte grande, Arabia Saudita podría enfrentar la necesidad de regresar al foro de la OPEP y se vería envuelta en difíciles negociaciones, las cuales frecuentemente llevan consigo una gran carga política.
Fuente: http://www.elespectador.com/
En su condición de país petrolero, Arabia Saudita es el productor residual, productor marginal o, en lenguaje coloquial, “el que pone lo que falta” (swing producer). La monarquía saudita ha dominado la política petrolera global durante muchos años, gracias a su considerable capacidad excedente de producción, a la cual puede recurrir ya sea para aumentar o para recortar el volumen que extrae, en función de sus objetivos de precio.
Su condición de swing producer se ha visto fortalecida por la incapacidad de sus socios en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para aumentar su producción. Además, desde su explosiva reunión a mediados de 2011, los miembros de la OPEP no han podido ponerse de acuerdo acerca de las cuotas individuales de producción, creando así un vacío de política que Arabia Saudita ha ocupado con avidez y celeridad.
El poder “moldear” los precios ha sido una especial bendición para la casa de Saúd, trayéndole riquezas, prestigio e influencia global mucho mas allá de los sueños de Abdul Aziz bin Saúd, su primer monarca y fundador en 1932.
Entre 2003 y 2013, Arabia Saudita ha disfrutado de excedentes fiscales acumulados de US$638.000 millones como resultado de los altos precios petroleros, una suma colosal que le ha permitido a la monarquía reducir su deuda nacional a niveles muy bajos.
Es más, los grandes excedentes de su balanza de pagos le han permitido acumular divisas durante ese período en una cantidad en exceso de US$700.000 millones.
En tiempos recientes los objetivos de los sauditas han sido dos: evitar que el precio petrolero suba en exceso pudiendo afectar la frágil recuperación económica, pero al mismo tiempo evitar que el precio se debilite mucho y así amenace su propia estabilidad sociopolítica y la de sus colegas de la OPEP.
Sin embargo, en esa misión la monarquía ha errado (?) en cuanto al techo del precio, el cual ha oscilado entre US$101 y US$113 el barril, obligando al mundo consumidor a destinar una cuantiosa parte de sus haberes a la compra de petróleo.
Ahora bien, para 2014 se anticipa una producción incremental de 1’630.000 barriles de petróleo diario (bpd) por parte de los productores ajenos a la OPEP, con el shale oil (petróleo de esquistos) de EE.UU. a la cabeza, además de un aumento de 200.000 bpd de líquidos de gas natural (LGN) en OPEP. Al sustraer la demanda incremental de 1’140.000 bpd anticipada, se concluye que la demanda sobre OPEP deberá reducirse en 680.000 bpd para que los inventarios de crudo se mantengan en su actual nivel. Pero para el cierre de este año en los inventarios aumentarán en 300.000 bpd, lo cual constituye una premisa para el inicio de 2014.
Contra ese telón de fondo se anticipa que Libia aumente su producción en 1’000.000 bpd, Venezuela en 250.000 bpd e Irak en 300.000 bpd. Además está la posibilidad de un retorno completo de la producción de Irán al mercado, si se llegara a materializar el acuerdo general que ese país está negociando con el grupo de potencias mundiales y cuya fecha objetivo es mayo de 2014. Si a las cifras antes mencionadas se sumaran unos 900.000 bpd de Irán a partir de mayo, el recorte requerido para mantener el precio en US$100 por barril sumaría 3 millones de bpd en promedio para el próximo año.
Ese recorte podría ser muy alto para que Arabia Saudita lo manejara sola, como lo ha venido haciendo desde 2011, aun si la monarquía tuviera la colaboración de sus socios en el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos (UAE) y Omán.
Aunque Arabia Saudita está en capacidad de aguantar precios de US$75 a US$80 por barril por largo tiempo, las preocupaciones que dejó la Primavera Árabe hacen presagiar que de ser necesario un recorte grande, Arabia Saudita podría enfrentar la necesidad de regresar al foro de la OPEP y se vería envuelta en difíciles negociaciones, las cuales frecuentemente llevan consigo una gran carga política.
Fuente: http://www.elespectador.com/
El reto saudita en 2014
Reviewed by luis
on
12/02/2013
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