No al Fracking
El “Fracking” es una técnica utilizada para la extracción de gas y petróleo del subsuelo. Consiste en inyectar agua a presión hasta fracturar la roca controladamente, previa la construcción del pozo, el cual puede ser vertical u horizontal.
Con el fin de evitar el cierre de la fractura, una vez se disminuye la presión hidráulica, con el agua se inyecta un elemento de sostenimiento que generalmente es arena y se adicionan elementos químicos como espesantes y reductores de fricción.
Los defensores de la fracturación hidráulica argumentan que esta técnica tiene los mismos riesgos que cualquier otra tecnología utilizada por la industria petrolera. Así lo indica un informe realizado por la Agencia de Protección del Medioambiente de Estados Unidos - EPA, el más completo hasta la fecha. El informe concluye que “las actividades de fracturación hidráulica no se han traducido en la generación sistemática de impactos sobre los acuíferos” y afirma que aquellos casos excepcionales en los que se haya podido producir contaminación, ha sido debido al uso de malas prácticas, pero no de la fracturación hidráulica en sí misma.
Quienes están en contra, en cambio, señalan el negativo impacto medioambiental de esta técnica, que en su opinión incluye la contaminación de acuíferos, altísimo consumo de agua, contaminación de la atmósfera, contaminación sonora, migración de los gases y productos químicos utilizados hacia la superficie, entre otros. También argumentan que se han producido casos de incremento en la actividad sísmica, la mayoría asociados con la inyección profunda de fluidos relacionados con el Fracking.
Por estas razones, la fracturación hidráulica ha sido objeto de discusión a nivel internacional, siendo aprobada en algunos países, mientras que otros han impuesto moratorias a su uso o la han prohibido. Por ejemplo, Reino Unido levantó su moratoria en el año 2012. Por su parte, la Comisión Europea emitió en 2014 unas recomendaciones a los países miembros que deseen explorar y producir hidrocarburos no convencionales utilizando la fracturación hidráulica para garantizar la protección adecuada del medio ambiente.
Esta técnica no es nueva en el mundo, siendo Estados Unidos el país donde más se utiliza, debido a los altos costos de petróleo. Desde 2010 este país ha aumentado en un 35% la explotación de gas y en un 45% la producción de petróleo, eliminando así el fantasma de la importaciones. En los últimos años han comenzado también a utilizar esta técnica países como Argentina, Chile, China, Reino Unido, Dinamarca, Polonia y por supuesto Colombia.
Aunque en el país existen alrededor de seis contratos de este tipo, el firmado con Conoco Phillips en alianza con Canacol, es el primero en utilizar este método de explotación de petróleo. El pozo está ubicado en el departamento del César, y San Martín, podría convertirse en el primer municipio colombiano en explotar petróleo utilizando el “Fracking”. Este es uno de los proyectos de interés nacional estratégico que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y el Ministerio de Minas y Energía han presentado últimamente. Ya lo dijo el recién nombrado ministro de Minas y Energía, Germán Arce, “con claridad creemos que lo podemos hacer de manera segura y responsable. Ha habido avances en la regulación y hay una puesta importante del aumento de reservas que le puede aportar esa tecnología al país”,
En nuestro caso, considero que esta técnica tiene consecuencias nocivas para el medio ambiente, especialmente en la contaminación de acuíferos y en el incremento de la actividad sísmica, y mientras a nivel mundial persista la discusión sobre la no conveniencia de utilizar la fracturación hidráulica, desde aquí, me sumo a las voces que en Colombia están diciendo ¡No al Fracking!
Fuente: Jesús María Hernández
Con el fin de evitar el cierre de la fractura, una vez se disminuye la presión hidráulica, con el agua se inyecta un elemento de sostenimiento que generalmente es arena y se adicionan elementos químicos como espesantes y reductores de fricción.
Los defensores de la fracturación hidráulica argumentan que esta técnica tiene los mismos riesgos que cualquier otra tecnología utilizada por la industria petrolera. Así lo indica un informe realizado por la Agencia de Protección del Medioambiente de Estados Unidos - EPA, el más completo hasta la fecha. El informe concluye que “las actividades de fracturación hidráulica no se han traducido en la generación sistemática de impactos sobre los acuíferos” y afirma que aquellos casos excepcionales en los que se haya podido producir contaminación, ha sido debido al uso de malas prácticas, pero no de la fracturación hidráulica en sí misma.
Quienes están en contra, en cambio, señalan el negativo impacto medioambiental de esta técnica, que en su opinión incluye la contaminación de acuíferos, altísimo consumo de agua, contaminación de la atmósfera, contaminación sonora, migración de los gases y productos químicos utilizados hacia la superficie, entre otros. También argumentan que se han producido casos de incremento en la actividad sísmica, la mayoría asociados con la inyección profunda de fluidos relacionados con el Fracking.
Por estas razones, la fracturación hidráulica ha sido objeto de discusión a nivel internacional, siendo aprobada en algunos países, mientras que otros han impuesto moratorias a su uso o la han prohibido. Por ejemplo, Reino Unido levantó su moratoria en el año 2012. Por su parte, la Comisión Europea emitió en 2014 unas recomendaciones a los países miembros que deseen explorar y producir hidrocarburos no convencionales utilizando la fracturación hidráulica para garantizar la protección adecuada del medio ambiente.
Esta técnica no es nueva en el mundo, siendo Estados Unidos el país donde más se utiliza, debido a los altos costos de petróleo. Desde 2010 este país ha aumentado en un 35% la explotación de gas y en un 45% la producción de petróleo, eliminando así el fantasma de la importaciones. En los últimos años han comenzado también a utilizar esta técnica países como Argentina, Chile, China, Reino Unido, Dinamarca, Polonia y por supuesto Colombia.
Aunque en el país existen alrededor de seis contratos de este tipo, el firmado con Conoco Phillips en alianza con Canacol, es el primero en utilizar este método de explotación de petróleo. El pozo está ubicado en el departamento del César, y San Martín, podría convertirse en el primer municipio colombiano en explotar petróleo utilizando el “Fracking”. Este es uno de los proyectos de interés nacional estratégico que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y el Ministerio de Minas y Energía han presentado últimamente. Ya lo dijo el recién nombrado ministro de Minas y Energía, Germán Arce, “con claridad creemos que lo podemos hacer de manera segura y responsable. Ha habido avances en la regulación y hay una puesta importante del aumento de reservas que le puede aportar esa tecnología al país”,
En nuestro caso, considero que esta técnica tiene consecuencias nocivas para el medio ambiente, especialmente en la contaminación de acuíferos y en el incremento de la actividad sísmica, y mientras a nivel mundial persista la discusión sobre la no conveniencia de utilizar la fracturación hidráulica, desde aquí, me sumo a las voces que en Colombia están diciendo ¡No al Fracking!
Fuente: Jesús María Hernández
No al Fracking
Reviewed by Anónimo
on
5/25/2016
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