Por qué las predicciones de la demanda petrolera no suelen dar en el blanco
LONDRES—La apuesta de Organización de Países Exportadores de Petróleo a que la demanda petrolera subirá consistentemente en 2016 tiene un problema: El consumo es muy difícil de predecir.
Desde 2010, los tres mayores pronosticadores de la oferta y demanda del mercado petrolero, la Agencia Internacional de Energía (AIE), la Administración de Información de Energía de EU (EIA) y la propia OPEP, rara vez han acertado en sus predicciones a corto plazo del crecimiento de la demanda, según un análisis de The Wall Street Journal.
Por ejemplo, en diciembre del año pasado, la AIE predijo que la demanda petrolera se incrementaría en 900,000 barriles al día en 2015. Pero en su revisión más reciente, dijo que el consumo se incrementó en 1,4 millones de barriles al día este año.
En promedio, las predicciones de las agencias para el año siguiente se han desviado de los informes de consumo publicados posteriormente en cerca de 600,000 barriles al día desde 2010, según el análisis.
Estas prognosis erróneas resaltan los retos que enfrenta la OPEP el viernes, cuando los ministros del grupo se reúnan en Viena. Algunos países desean recortar la producción para impulsar los deprimidos precios, mientras que Arabia Saudita ha indicado que mantener el bombeo a su nivel actual sacará del mercado a los productores que necesitan que los precios estén altos. Los analistas aseguran que es poco probable que el grupo cambie su curso.
Pese a las oscilaciones del precio del crudo alrededor de los US$40, el problema más amplio del mercado se halla en que los productores de la OPEP y los de EU se encuentran enfrascados en una batalla por participación de mercado que ha inundado al mundo con petróleo. La política de la OPEP descansa sobre su fe de que el consumo en aumento eventualmente absorberá el inventario en exceso y elevará de nuevo los precios.
En noviembre, el viceministro de petróleo de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman dijo en una conferencia en Qatar que la diferencia clave entre la caída actual de los precios y la depresión histórica de la década de los 80 es que esta vez la demanda continúa creciendo. Una semana después, el ministro de petróleo Ali al-Naimi dijo durante un evento de la industria en Bahréin que el sector petrolero necesita continuar o incluso incrementar sus inversiones para expandir la capacidad para mantenerse a la par con el aumento del consumo.
Si eso no sucede, sería una muy mala noticia para la OPEP.
La AIE, la EIA y la OPEP han dicho que la demanda aumentará entre 1,2 millones y 1,4 millones de barriles al día el próximo año, una cantidad saludable, pero menor a la de 2015, cuando la demanda creció en hasta 1,8 millones de barriles al día, según las predicciones de las agencias.
La OPEP se abstuvo de comentar sobre su análisis de demanda.
Las predicciones de demanda a menudo están equivocadas debido a que son un cóctel de suposiciones a menudo basadas en datos incompletos y variables como el crecimiento económico global y las oscilaciones en los precios del crudo y los tipos de cambio de divisas. Incluso los datos en retrospectiva no son definitivos y se pueden hacer reajustes a la demanda global incluso años después de publicar las primeras cifras.
“Es un arte más que una ciencia en muchas formas”, así es la economía”, dijo Matt Parry, analista de mercados de petróleo de AIE, que desde su sede en París monitorea las tendencias energéticas para los países industrializados.
“Uno tiene que hacer muchas suposiciones, que por supuesto pueden estar equivocadas”, agregó. “Uno espera que los errores se cancelen entre sí”.
En 2015, la caída en los precios, más marcada y larga de lo que se esperaba, ha resultado ser un reto importante para aquellos que anticipan e interpretan el mercado. Hace doce meses pocas personas habrían predicho que el precio del crudo estaría donde está ahora y usualmente tales declives han estado asociados con una desaceleración económica, acompañada por una contracción marcada en el consumo. En cambio, el consumo aumentó este año.
Las predicciones de aumento de la demanda de estas agencias tratan de pedir fluctuaciones pequeñas, a menudo entre 1% y 2%, en un mercado gigantesco con cerca de 95 millones de barriles vendidos a diario. Pero aun así, tales cambio tienen un impacto en el mercado y pueden ser significativos para cualquier personas que los use para definir su estrategia de transacciones o de cobertura. Y no solo se limita a la IAE, la EIA y la OPEP, los bancos de inversión y las consultoras a menudo fallan con sus predicciones de demanda.
“Le pagamos mucho dinero a esta gente, desearía que dieran en el blanco de cuando en cuando”, dice Ian Taylor, presidente ejecutivo de Vitol Group, la mayor corredora de petróleo, en una conferencia reciente.
Fuente: SARAH KENT, The Wall Street Journal
Desde 2010, los tres mayores pronosticadores de la oferta y demanda del mercado petrolero, la Agencia Internacional de Energía (AIE), la Administración de Información de Energía de EU (EIA) y la propia OPEP, rara vez han acertado en sus predicciones a corto plazo del crecimiento de la demanda, según un análisis de The Wall Street Journal.
Por ejemplo, en diciembre del año pasado, la AIE predijo que la demanda petrolera se incrementaría en 900,000 barriles al día en 2015. Pero en su revisión más reciente, dijo que el consumo se incrementó en 1,4 millones de barriles al día este año.
En promedio, las predicciones de las agencias para el año siguiente se han desviado de los informes de consumo publicados posteriormente en cerca de 600,000 barriles al día desde 2010, según el análisis.
Estas prognosis erróneas resaltan los retos que enfrenta la OPEP el viernes, cuando los ministros del grupo se reúnan en Viena. Algunos países desean recortar la producción para impulsar los deprimidos precios, mientras que Arabia Saudita ha indicado que mantener el bombeo a su nivel actual sacará del mercado a los productores que necesitan que los precios estén altos. Los analistas aseguran que es poco probable que el grupo cambie su curso.
Pese a las oscilaciones del precio del crudo alrededor de los US$40, el problema más amplio del mercado se halla en que los productores de la OPEP y los de EU se encuentran enfrascados en una batalla por participación de mercado que ha inundado al mundo con petróleo. La política de la OPEP descansa sobre su fe de que el consumo en aumento eventualmente absorberá el inventario en exceso y elevará de nuevo los precios.
En noviembre, el viceministro de petróleo de Arabia Saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salman dijo en una conferencia en Qatar que la diferencia clave entre la caída actual de los precios y la depresión histórica de la década de los 80 es que esta vez la demanda continúa creciendo. Una semana después, el ministro de petróleo Ali al-Naimi dijo durante un evento de la industria en Bahréin que el sector petrolero necesita continuar o incluso incrementar sus inversiones para expandir la capacidad para mantenerse a la par con el aumento del consumo.
Si eso no sucede, sería una muy mala noticia para la OPEP.
La AIE, la EIA y la OPEP han dicho que la demanda aumentará entre 1,2 millones y 1,4 millones de barriles al día el próximo año, una cantidad saludable, pero menor a la de 2015, cuando la demanda creció en hasta 1,8 millones de barriles al día, según las predicciones de las agencias.
La OPEP se abstuvo de comentar sobre su análisis de demanda.
Las predicciones de demanda a menudo están equivocadas debido a que son un cóctel de suposiciones a menudo basadas en datos incompletos y variables como el crecimiento económico global y las oscilaciones en los precios del crudo y los tipos de cambio de divisas. Incluso los datos en retrospectiva no son definitivos y se pueden hacer reajustes a la demanda global incluso años después de publicar las primeras cifras.
“Es un arte más que una ciencia en muchas formas”, así es la economía”, dijo Matt Parry, analista de mercados de petróleo de AIE, que desde su sede en París monitorea las tendencias energéticas para los países industrializados.
“Uno tiene que hacer muchas suposiciones, que por supuesto pueden estar equivocadas”, agregó. “Uno espera que los errores se cancelen entre sí”.
En 2015, la caída en los precios, más marcada y larga de lo que se esperaba, ha resultado ser un reto importante para aquellos que anticipan e interpretan el mercado. Hace doce meses pocas personas habrían predicho que el precio del crudo estaría donde está ahora y usualmente tales declives han estado asociados con una desaceleración económica, acompañada por una contracción marcada en el consumo. En cambio, el consumo aumentó este año.
Las predicciones de aumento de la demanda de estas agencias tratan de pedir fluctuaciones pequeñas, a menudo entre 1% y 2%, en un mercado gigantesco con cerca de 95 millones de barriles vendidos a diario. Pero aun así, tales cambio tienen un impacto en el mercado y pueden ser significativos para cualquier personas que los use para definir su estrategia de transacciones o de cobertura. Y no solo se limita a la IAE, la EIA y la OPEP, los bancos de inversión y las consultoras a menudo fallan con sus predicciones de demanda.
“Le pagamos mucho dinero a esta gente, desearía que dieran en el blanco de cuando en cuando”, dice Ian Taylor, presidente ejecutivo de Vitol Group, la mayor corredora de petróleo, en una conferencia reciente.
Fuente: SARAH KENT, The Wall Street Journal
Por qué las predicciones de la demanda petrolera no suelen dar en el blanco
Reviewed by Anónimo
on
12/04/2015
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