Groenlandia pincha la burbuja del petróleo: ni tanto, ni tan barato

Después de décadas regalando los oídos de las petroleras y sus escasos habitantes con promesas de un futuro próspero gracias al crudo en el Ártico, a unas reservas que podrían ser tan grandes como para satisfacer la demanda de toda Europa durante dos años seguidos, la isla boreal tira la toalla.
El petróleo es sencillamente demasiado barato como para que Groenlandia pueda mantener vivo por más tiempo un sueño de bonanza que ya duraba más de una década.

"Es frustrante", señala Kim Nielsen, lider del gobierno local desde Copenhague, y añade que "hay áreas geológicas en las que hay cierto interés, pero el precio ha caído demasiado".

El crudo Brent, de referencia en Europa, se cambia a 36 dólares por barril, un 70% menos que en junio de 2014. Así que no el margen para ganar dinero sacando dinero de las profundidades del océano Ártico sencillamente se ha esfumado.

Según el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia, sólo el coste de producir cada barril cerca del polo norte, unos 50 dólares, superaría con creces el precio actual. Y eso sin tener en cuenta los peligros asociados a este océano, donde pese a que el calentamiento global está acabando con el hielo, los gigantescos icebergs que se desprenden de los glaciares continentales (tanto de Eurasia como de América del Norte) siguen siendo una amenaza directa a la presencia de plataformas petrolíferas.

Con el abrupto final del sueño petrolífero, Groenlandia seguramente tendrá que abandonar también sus ansias por independizarse de Dinamarca, puesto que el micro país no sería capaz de sostener a sus 56.000 habitantes con sus ingresos actuales, basados fundamentalmente en las pesquerías.

La siguiente apuesta, asegura Klein, será vender los minerales sólidos que sí se pueden extraer directamente del delicadísimo ecosistema de Groenlandia.

Fuente: Bloomberg