Empresas petroleras y de energía eléctrica crean a obreros de élite y a periféricos

Las empresas petroleras y de energía eléctrica en el país han generado la presencia de ciertos obreros de élite al lado de obreros periféricos, unos con privilegios y otros amenazados por el despido, según investigaciones de Grupo de Estudios del Trabajo "Llank׳aymanta".

"El control de la fuerza de trabajo es un hecho histórico que aparece con el capitalismo. El patrón compra la fuerza de trabajo por un salario en el mercado, y en realidad está comprando el derecho a usufructuar esa fuerza de trabajo dentro de la fábrica o empresa; las formas de control permiten disciplinar a la mercancía fuerza de trabajo, incrementar la productividad y bajar los costos de producción, entre otras cosas", aseguró la ocióloga y economista Tania Ayllón al explicar la investigación.

En las empresas petroleras y de electricidad estudiadas, los investigadores constataron la presencia de un "núcleo duro" de obreros dentro de los procesos productivos centrales y otro grupo de "obreros periféricos" caracterizados por desarrollar trabajos de mantenimiento en medio de una inestabilidad laboral y condiciones precarias, añadió Ayllón.

En ambos caso existen formas de control específicas, según los investigadores. Para controlar a los obreros de élite se aplica la noción de "autonomía responsable" que busca la adhesión de los obreros a los objetivos de la compañía mediante un discurso gerencial de "una empresa que es nuestra". La finalidad es llegar a la falla cero y con ese propósito se fomenta en los obreros un sentimiento de propiedad de los equipos, a lo que añaden altos salarios, primas de producción, estabilidad laboral, posibilidades de ascender, participar en la resolución de problemas, en fin, una "autonomía responsable" para que puedan sentirse con libertad de tener iniciativas.

"En el caso de una empresa petrolera -indicó Ayllón-, encontramos lo que se llama el TPM (Total Productive Maintenance), que es una forma de control de inspiración japonesa que busca de manera perseverante, a través de distintos medios, la adhesión de los obreros a los objetivos de la compañía. Eso deviene en que los trabajadores van perdiendo su identidad como obreros y se van asimilando a la identidad más próxima, a los propios manager, a los ingenieros, al personal que es de confianza de la patronal, eso divide más todavía a la propia clase obrera".

En cambio, en el segmento periférico se aplican los métodos tradicionales de control de la fuerza de trabajo, sobre la base de la amenaza permanente del despido. Según otro de los investigadores, Luis Fernando Castro, los trabajadores periféricos están, en todo sentido, en la otra cara de la moneda: son subcontratados y tercerizados, sus condiciones laborales son precarias, tienen bajos salarios, el trabajo es extenuante y las jornadas laborales se alargan e intensifican de acuerdo a las exigencias de la empresa madre. En los casos vistos de empresas petroleras y de producción de electricidad, generalmente se encargan del mantenimiento eléctrico o mecánico de los equipos, no del proceso central de producción (refinación o generación de energía eléctrica).

El control a los trabajadores periféricos también les afecta internamente, por ejemplo la amenaza de la inestabilidad laboral hace que se vean entre sí como competidores, los atomiza. "Las transnacionales petroleras, al subcontratar a intermediarias de mantenimiento, han logrado transferir los conflictos laborales que se generan a partir de las malas condiciones de trabajo. Si llegan a parar o reclamar mejores condiciones laborales, los trabajadores no lo hacen con la empresa madre sino con la intermediaria", dice Castro. Y esto toma otros matices cuando se trata de cooperativas, donde los obreros son "socios", y suelen ser inducidos por la empresa madre a la súper-explotación al exigirles elevar su producción incluso muy por encima de lo estipulado en el contrato, complementó Castro.

La subcontratación ha provocado una división en la clase obrera, según Castro, porque se ha generado la idea de que el trabajo de los obreros periféricos tiene menos valor y que los obreros de élite controlen, a la manera de un capataz, a los subcontratados.

El hecho es que la reestructuración productiva de los años 80 afectó al movimiento obrero en el país, cuya representación (Central Obrera Boliviana) estuvo incluso ausente de liderazgo en las movilizaciones gestadas en el nuevo siglo. Esa reestructuración introdujo los procesos de subcontratación, tercerización y flexibilización de la mano de obra, concluyó Castro.

Fuente: Jornada Bolivia.
Empresas petroleras y de energía eléctrica crean a obreros de élite y a periféricos Empresas petroleras y de energía eléctrica crean a obreros de élite y a periféricos Reviewed by luis on 3/17/2015 Rating: 5

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