Colombia es afectada por la guerra de precios petroleros
Desde que Estados Unidos tomó la decisión de concentrar su industria petrolera en obtener combustible por medio de la exploración y explotación del esquisto, cambió el negocio energético mundial. Ellos, hasta hace menos de un año, eran grandes compradores de países del Oriente Medio y de la máxima reserva internacional que es Venezuela, pero con una estrategia efectiva en la asignación de las licencias ambientales y modelos de consecución del combustible se hicieron autosuficientes. Y qué golpe le dieron al mercado.
Hoy, sin ser experto en economía y menos en petróleo, la lectura es que hay más petróleo disponible del que se necesita por un exceso de oferta en esos productores y la cada vez menos necesidad de Estados Unidos por comprarles a los que hasta hace poco eran sus máximos proveedores. A ello se suma que China y Europa bajaron sus compras y Arabia Saudita, con tal de vender lo que genera, les ofreció a sus compradores en Norteamérica precios más bajos que los que le entregó a todas las demás naciones que sí se lo están comprando. Analistas internacionales citados por la agencia EFE le llamaron a la jugada una guerra de precios.
Dicho por The Wall Street Journal, en agosto pasado Estados Unidos importó 27,7 millones de barriles de petróleo de Arabia Saudita, el nivel más bajo desde febrero de 2010. Lo que buscan los árabes, al final, es que para los refinadores del Golfo de México resulte más atractivo comprarles a ellos que explotar en tierras ‘gringas’. Propuesta bastante atractiva que “sin duda atraerá a algunas compañías”, le dijo el director de la división de futuros de la firma Mizuho, Bob Yawger, al Wall Street.
El problema es que el precio del barril llegó, al cierre del lunes, a los US$78,78, el nivel más bajo desde 2011, por aquel mes de octubre. Y sobre el mediodía de ayer, ya había caído 3% hasta los US$76,45. Eso, de acuerdo con el equipo de investigaciones económicas de Corpbanca, marcó la tendencia de una “fuerte desvalorización en las monedas latinoamericanas”. Recalca que el precio del dólar, sobre las 11 de la mañana, llegó hasta los $2.078. Así, la tasa de cambio colombiana marca un nuevo máximo del año, nivel no registrado desde mediados de 2009”.
Con todo este panorama, más gris que blanco, ¿qué le espera a Colombia? Alejandro Martínez, ex director de la Asociación Colombiana del Petróleo, lo tiene más que claro. “Este es un problema estructural y llegó para quedarse. La situación es compleja: hay compañías interesadas en invertir, pero no lo pueden hacer por los bloqueos en operaciones, ataques terroristas y la no obtención de las licencias ambientales. Eso lleva a que baje la producción junto con la exploración. Y si a eso se suma la baja en el precio, la situación es muy compleja de manejar, particularmente porque operar en Colombia es más costoso que en otros países, incluso Estados Unidos”.
Hoy, recuerda Martínez, “la mitad de la inversión extranjera directa que recibe Colombia proviene del sector petrolero, que representa una tercera parte de las exportaciones del país y además se registra como la cuarta parte de los ingresos corrientes del Gobierno Central. La plata del petróleo es la que está permitiendo los programas sociales del Gobierno y en los últimos dos meses el precio de la cotización internacional ha bajado 26%”.
Entonces, si no se trata de una coyuntura sino que es una situación estructural, el gobierno colombiano ya tendrá que ponerse a hacer ajustes en el presupuesto nacional, pues los ingresos producto de la renta petrolera se verán reducidos. Julio César Vera, consultor experto en hidrocarburos, asegura que la situación es muy grave para el país. Precisamente “el presupuesto de regalías lo van a tener que revisar. Ellos habían hablado de US$91, pero con precios de US$75 estamos hablando de una caída de casi el 20%. Y los ingresos de la Nación también van a tener que ajustarlos. En el mercado mundial de crudo dependemos de los precios internacionales. Somos tomadores de precios. Y todo esto preocupa porque, según las cuentas, la industria petrolera está por el 3% del PIB nacional”.
El ministro de Minas, Tomás González, en diálogo con El Espectador, dejó claro que aún no se puede saber si la situación es “transitoria o permanente”. Y recalcó que tras una reunión con el secretario de la OPEP, se coincidió en que hace tres meses nadie pronosticó los precios de hoy. “En el primer trimestre de 2015 podría volver a los precios promedio, pero hay que esperar. Si es permanente habrá que hacer ajustes, en el caso de regalías ya se hicieron. Lo que debemos hacer es que en la medida en que los precios bajan debemos elevar la producción y estar por encima del millón de barriles día, esto teniendo en cuenta que el mundo consume 90 millones”. El problema es que, en ese escenario, una que ya sacó cuentas y las reveló la semana pasada fue Ecopetrol, que vio una reducción de sus utilidades del 41% en el tercer trimestre de este año, comparado con el mismo de 2013.
Fuente: ELESPECTADOR.COM
Hoy, sin ser experto en economía y menos en petróleo, la lectura es que hay más petróleo disponible del que se necesita por un exceso de oferta en esos productores y la cada vez menos necesidad de Estados Unidos por comprarles a los que hasta hace poco eran sus máximos proveedores. A ello se suma que China y Europa bajaron sus compras y Arabia Saudita, con tal de vender lo que genera, les ofreció a sus compradores en Norteamérica precios más bajos que los que le entregó a todas las demás naciones que sí se lo están comprando. Analistas internacionales citados por la agencia EFE le llamaron a la jugada una guerra de precios.
Dicho por The Wall Street Journal, en agosto pasado Estados Unidos importó 27,7 millones de barriles de petróleo de Arabia Saudita, el nivel más bajo desde febrero de 2010. Lo que buscan los árabes, al final, es que para los refinadores del Golfo de México resulte más atractivo comprarles a ellos que explotar en tierras ‘gringas’. Propuesta bastante atractiva que “sin duda atraerá a algunas compañías”, le dijo el director de la división de futuros de la firma Mizuho, Bob Yawger, al Wall Street.
El problema es que el precio del barril llegó, al cierre del lunes, a los US$78,78, el nivel más bajo desde 2011, por aquel mes de octubre. Y sobre el mediodía de ayer, ya había caído 3% hasta los US$76,45. Eso, de acuerdo con el equipo de investigaciones económicas de Corpbanca, marcó la tendencia de una “fuerte desvalorización en las monedas latinoamericanas”. Recalca que el precio del dólar, sobre las 11 de la mañana, llegó hasta los $2.078. Así, la tasa de cambio colombiana marca un nuevo máximo del año, nivel no registrado desde mediados de 2009”.
Con todo este panorama, más gris que blanco, ¿qué le espera a Colombia? Alejandro Martínez, ex director de la Asociación Colombiana del Petróleo, lo tiene más que claro. “Este es un problema estructural y llegó para quedarse. La situación es compleja: hay compañías interesadas en invertir, pero no lo pueden hacer por los bloqueos en operaciones, ataques terroristas y la no obtención de las licencias ambientales. Eso lleva a que baje la producción junto con la exploración. Y si a eso se suma la baja en el precio, la situación es muy compleja de manejar, particularmente porque operar en Colombia es más costoso que en otros países, incluso Estados Unidos”.
Hoy, recuerda Martínez, “la mitad de la inversión extranjera directa que recibe Colombia proviene del sector petrolero, que representa una tercera parte de las exportaciones del país y además se registra como la cuarta parte de los ingresos corrientes del Gobierno Central. La plata del petróleo es la que está permitiendo los programas sociales del Gobierno y en los últimos dos meses el precio de la cotización internacional ha bajado 26%”.
Entonces, si no se trata de una coyuntura sino que es una situación estructural, el gobierno colombiano ya tendrá que ponerse a hacer ajustes en el presupuesto nacional, pues los ingresos producto de la renta petrolera se verán reducidos. Julio César Vera, consultor experto en hidrocarburos, asegura que la situación es muy grave para el país. Precisamente “el presupuesto de regalías lo van a tener que revisar. Ellos habían hablado de US$91, pero con precios de US$75 estamos hablando de una caída de casi el 20%. Y los ingresos de la Nación también van a tener que ajustarlos. En el mercado mundial de crudo dependemos de los precios internacionales. Somos tomadores de precios. Y todo esto preocupa porque, según las cuentas, la industria petrolera está por el 3% del PIB nacional”.
El ministro de Minas, Tomás González, en diálogo con El Espectador, dejó claro que aún no se puede saber si la situación es “transitoria o permanente”. Y recalcó que tras una reunión con el secretario de la OPEP, se coincidió en que hace tres meses nadie pronosticó los precios de hoy. “En el primer trimestre de 2015 podría volver a los precios promedio, pero hay que esperar. Si es permanente habrá que hacer ajustes, en el caso de regalías ya se hicieron. Lo que debemos hacer es que en la medida en que los precios bajan debemos elevar la producción y estar por encima del millón de barriles día, esto teniendo en cuenta que el mundo consume 90 millones”. El problema es que, en ese escenario, una que ya sacó cuentas y las reveló la semana pasada fue Ecopetrol, que vio una reducción de sus utilidades del 41% en el tercer trimestre de este año, comparado con el mismo de 2013.
Fuente: ELESPECTADOR.COM
Colombia es afectada por la guerra de precios petroleros
Reviewed by luis
on
11/05/2014
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