Fracking: la invitación de México al mundo

Batial-1. La maravilla geológica conocida por los petroleros de Texas como Eagle Ford Shale está enterrada bajo tierra, pero por la noche se puede ver su contorno destellar desde el arco que se extiende al sur de San Antonio hacia Río Grande.

La luz proviene de miles de antorchas de gas a nivel de la superficie y de equipos de perforación. Es el brillo de una de las bonanzas petroleras más extravagantes de la historia estadounidense, el resultado de una técnica de perforación conocida como fracturación hidráulica o fracking.

En las curvas del sur y del oeste, las luces se apagan por completo en la frontera de México, como si no hubiera nada en el otro lado.

Es un reflejo de la política, no de la geología. Se cree que la formación de esquisto de Eagle Ford continúa por cientos de kilómetros en México, donde se le conoce como la Cuenca de Burgos. Sin embargo, mientras más de 5,400 pozos se han excavado en el lado de Texas desde el 2008, México ha perforado menos de 25.

Un proyecto de ley de energía aprobado por el Congreso de México en diciembre está dirigido a corregir esta disparidad. Se ha abierto la industria petrolera del país a la inversión privada y extranjera por primera vez en 75 años, con el objetivo de traer nueva tecnología, experiencia y una cultura de tomar riesgos que se perdió hace tiempo, para el monopolio petrolero del país, Pemex.

Los legisladores estarán discutiendo los aspectos prácticos de la ley en las próximas semanas, pero las expectativas son que otras compañías de Estados Unidos y del mundo sean capaces de hacer una oferta en proyectos de petróleo y gas a finales de este año, atrayendo a las tripulaciones de fracking a través de la frontera, donde están algunas de las zonas más violentas de México.

“Estados Unidos y Canadá están explotando sus recursos de esquisto en una escala masiva y todavía están en la etapa de prospección (...), pero creemos que los volúmenes que tenemos son enormes”, refirió Gustavo Hernández, director de Exploración y Producción de Pemex.

Pemex calcula que las formaciones de esquisto de México tienen la energía equivalente a 60,000 millones de barriles de petróleo, una cantidad superior a todo el volumen que el país ha extraído por medios convencionales desde 1904.

Se cree que el gas natural es especialmente abundante. En una encuesta del 2013, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos clasificó las reservas de shale gas de México como la número seis a escala global, después de China, Argentina, Argelia, Estados Unidos y Canadá.

Un exceso de producción de gas en Texas ha empujado los precios tan abajo que la extracción de gas por sí sola ya no es rentable y gran parte de ella es simplemente quemada cuando sale de la tierra.

A pesar de los abundantes recursos de México, la demanda del país de electricidad y la escasa infraestructura de tubería lo hacen dependiente del gas importado para cubrir más o menos un tercio de sus necesidades. En algunas partes del país, los precios del gas natural son cuatro veces más altos que los de Estados Unidos.

Es una de las razones por las que los funcionarios mexicanos dicen que las reservas de esquisto son cruciales para el desarrollo económico y energético del país, mientras se avanza en el objetivo de la “independencia energética de América del Norte”, lo que haría a todas las zonas de libre comercio autosuficientes en sus necesidades de combustible. También se agregarían tuberías transfronterizas.

Con el gas más barato, México podría reducir los costos de electricidad en las plantas de fabricación y montaje, que se han convertido en un pilar de la economía de la nación y compiten cada vez más con las de China. Pero el dinero está en el petróleo, no en el gas.

LA FIEBRE DEL PETRÓLEO EN TEXAS

En Texas, el fracking en el Eagle Ford Shale ha provocado una fiebre del petróleo. Luego de sólo cuatro años, la formación ha superado más de 1 millón de barriles de petróleo por día, lo que la convierte en la segunda más productiva del país.

El auge de esquisto es la razón principal de que EU desafíe a Arabia Saudita y Rusia para convertirse en los mayores productores de petróleo del mundo.
Texas extrae más de un tercio de la producción de EU y el estado se cataloga como el noveno productor de petróleo más grande del mundo.

Se espera que el mayor interés en la reforma energética de México venga de las grandes empresas mundiales como Exxon Mobil y Shell, que tienen el capital y el equipo para cazar el premio más lucrativo: los enormes yacimientos de petróleo en las profundidades del Golfo de México.



Fuente: eleconomista.com.mx
Fracking: la invitación de México al mundo Fracking: la invitación de México al mundo Reviewed by luis on 4/21/2014 Rating: 5

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