Latinoamérica vuelca su petróleo a China

Lo que hace una década era una locura e impensable, hoy es una realidad abierta: enviar crudo desde Latinoamérica hacia el otro extremo del mundo, China. El camino lo emprendió Venezuela tímidamente en 2005 con el suministro de unos 45.000 barriles/día, y a la fecha ya son cinco naciones adicionales las que han seguido su ejemplo al incrementar cada vez más sus exportaciones de “oro negro” al gigante asiático.

Actualmente, Brasil, Ecuador, Colombia; México y hasta Perú, en los últimos años, han acordado nuevos contratos “jugosos” y prometedores con el país asiático para obtener más petrodólares y amarrar las relaciones con la primera potencia económica y comercial del mundo.

Asimismo, Pekín ha desembolsado millonarias inversiones, en los últimos seis años, en otras naciones como Argentina, Trinidad y Tobago, Cuba y Nicaragua, con la finalidad de impulsar estudios exploratorios en campos petroleros y gasíferos con la posibilidad de que los recursos encontrados sean enviados a Asia.

Los datos más recientes de la Agencia Internacional de Energía (AIE) señalan que el consumo de petróleo de China se situó en los 10 millones de barriles/día, lo que representa aproximadamente el 12% del consumo total de petróleo del mundo, convirtiéndose en el segundo mayor devorador de crudo después de los Estados Unidos.

La agencia energética AKL indica que Latinoamérica (incluyendo a México) abastece al gigante asiático con un poco más de 1,5 millones b/d, cifra que representa el 15% del consumo chino cada 24 horas. Las estadísticas resaltan que la cifra, en los próximos seis años, subiría hasta 3 millones b/d.

Pero, ¿a qué se debe el cambio de los países petroleros de América Latina hacia China?, la razón es sencilla, buscar una alternativa al plan de Estados Unidos de lograr a corto plazo su autonomía energética y, además, convertirse en unos de los principales país exportadores de petróleo en el mundo.

“Norteamérica está cada vez más decidida de depender menos del petróleo de los países del Medio Oriente, en especial de Arabia Saudita; y de sus socios comerciales Latinoamericanos, particularmente de Venezuela. Esto, sin duda, a traído cierto nerviosismo a países como Brasil, Colombia y México que no tienen el menor interés de quedarse con sus barriles estancados cuando su principal comprador les dé la espalda”, explicó el analista en temas energéticos, Jesús Lobo.

Resaltó que “China siempre ha estado consciente de esa intranquilidad y desde hace menos de una década se dio a la tarea de involucrase en los principales proyectos petroleros en el subcontinente. Empezó en Venezuela con su participación en un puñado de campos en la Faja; de allí se extendió a Ecuador, luego a Brasil y Colombia. Finalmente, ya está tanteando jugosos contratos con Pemex en México (...) todo con la finalidad de abastecer del principal recurso no renovable del planeta”.

José Sangronis, experto en materia petrolera, recordó que “años atrás Venezuela fue duramente criticada por sus negocios petroleros con China, se consideraba una locura llevar crudo hasta Asia y que eso, además, dejaba cuantiosas pérdidas a la nación por la tardanza del envío y llegada de los embarques. Hoy, el negocio no está tan mal y no es mal visto porque lo han seguido otros países, los cuales han recibido préstamos y financiamientos mil millonarios de Pekín a cambio de petróleo y otros derivados”.

Para Sangronis “la política de Washington de aumentar sus reservas, gracias a los nuevos yacimientos de petróleo de esquisto es lo que está generando un reordenamiento en los negocios petroleros. Pareciera que la nueva geopolítica en América Latina está dirigida a reemplazar a EE UU por China, claro, ese cambió no será brusco, pero si lentamente. Lo más probable es que se concluya antes de 2020 (...)”.

Ahora, es Venezuela quien lleva la batuta en materia de suministros a Pekín. En 2005, la nación comenzó con el suministro de 49.000 barriles diarios de crudo, hoy en promedio envía 630.000 barriles/día (cifra que totaliza el 42% de los suministros que salen del continente, siendo el líder en la región), y para el 2015 la meta será de un millón de barriles diarios. Tiene presencia en seis bloques de la Faja Petrolífera Hugo Chávez.

Como parte de este intercambio, China y Pdvsa presentaron al mundo el súper tanquero Carabobo el cual tiene un calado de 2.000.000 millones de barriles de petróleo. El navío es el primero de una docena que ya se están construyendo para facilitar los suministros de crudo desde América Latina hasta el otro extremo del mundo.

El Colombia, el presidente Juan Manuel Santos ha dicho que desea expandir las relaciones comerciales con el gigante asiático, en especial, en materia de hidrocarburos. El país neogranadino mantiene una producción de un poco más un millón de b/d y de dicha cantidad unos 100.000 b/d se dirigen a refinerías chinas.

México y Ecuador tampoco se quedan atrás. El primero suministra, inicialmente, más de 30.000 b/d y está en miras de duplicar los números este año. A su vez, Quito comercializa otros 400.000 b/d como forma de pago de un préstamo que otorgó China, por más de 3.000 millones de dólares para mejorar la producción de los campos y la construcción de una refinería binacional.

Finalmente, en Brasil, China se convirtió en el primer socio económico de la nación y su principal lista de compras incluye el crudo. El país del dragón ya firmó acuerdos con Brasilia, y su empresa Petrobras, a cambio de un préstamo de 10 millones de dólares que la nación beneficiada reembolsará a las compañías petroleras asiáticas. Los contratos incluyen planes de exploración petrolera, refinación y de servicios, así como futuros suministros que sobrepasarían los 300.000 b/d.

Mauricio De La Costa, analista petrolero de Ecuador, informó a este rotativo que en América Latina “las petroleras China National Petroleum Corporation (Cnpc), Petrochina, Sinopec y Cnooc entraron para arrebatarle el mercado de las gigantes transnacionales Exxon Mobil, Shell o Chevron, las cuales se han visto desplazadas en muchos continentes por problemas con sus gobiernos. Las compañías asiáticas están colocando dinero rápido, préstamos, financiamientos, tecnología, mano de obra, ceden su mayoría accionaria y, como guinda de la torta, sus enormes supertanqueros para llevar el crudo a donde les dé la gana”.

“¿Cuál es el pago que ellos desean?, simplemente petróleo. Para nadie es un secreto que China no tiene suficiente producción doméstica para ser autosuficiente en petróleo y desde hace más de dos décadas comenzó su política energética de ‘Go Abroad!’ (ir fuera). Primero se concentró en los países africanos, luego fijó alianzas con algunos países del Medio Oriente y, por último, fijó sus ojos en América. Su estrategia acá le ha dado muy buenos resultados”, puntualizó De La Costa.

China llegó para quedarse y no es para menos. El continente, en especial Suramérica, tiene mucho que ofrecerle y principalmente sus vastas reservas energéticas: 340.000 millones de barriles de crudo. Mientra tanto, las petroleras del “dragón” prometen más dinero.

Fuente: http://panorama.com.ve/
Latinoamérica vuelca su petróleo a China Latinoamérica vuelca su petróleo a China Reviewed by luis on 3/03/2014 Rating: 5

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