Llegó la mala hora para la industria del petróleo brasileño @bguzqueda
Resulta muy difícil creer las noticias que circulan en los medios con relación a Brasil y a su principal compañía petrolera que, de acuerdo a su reporte 2014, habría tenido una pérdida de más de ¡7.000 millones de dólares!
Resulta muy difícil creer las noticias que circulan en los medios con relación a Brasil y a su principal compañía petrolera que, de acuerdo a su reporte 2014, habría tenido una pérdida de más de ¡7.000 millones de dólares!
La compañía estatal brasilera -que hasta hace poco era considerada un modelo de corporación a nivel mundial por ser la más grande del hemisferio en operaciones de hidrocarburos- “anunció los resultados de su balance auditado del año pasado, en medio del
escándalo por corrupción” (INFOBAE).
Quizá el populismo no le hizo bien a Petrobras que, según varias fuentes, anunció “pérdidas por 21.600 millones de reales (equivalentes a 7.174 millones de dólares) en 2014. Gran parte de esas pérdidas son por lo que la prensa denomina “maniobras de
corrupción” que, naturalmente, golpearon al otrora sólido Gobierno corporativo de esa compañía.
Recuerdo perfectamente que cuando daba conferencias y cátedras relacionadas con gerenciamiento de compañías del sector de hidrocarburos, nos referíamos a Brasil y a su compañía como un verdadero rol o modelo de compañía exitosa latinoamericana en
negocios globales. Algo pasó. En algún momento se echó a perder la cosa.
En varios reportes se puede leer que la petrolera brasileña informó a sus socios que “perdió 8.800 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2014, por un caso de corrupción y otros ajustes en la valoración de activos”.
Junto a los muy pobres resultados de Bolivia y de Venezuela en materia de hidrocarburos, realmente parece que la mala hora le llegó también a Brasil. En ninguno de los tres países se puede asegurar que la industria energética (petróleo, gas, electricidad)
está en su buen momento. Por el contrario.
A todo ello de los escándalos de corrupción –ampliamente reseñados- se debe agregar la caída de precios del petróleo, el lento avance de sus proyectos en el gigantesco reservorio off shore pre-Sal.
La compañía, sin embargo, atribuyó el resultado negativo de 2014 “a la pérdida de 14.866 millones de dólares por la devaluación de sus activos y a los perjuicios causados por la corrupción”. Vale decir que, al parecer, reconocen que su gran maquinaria
corporativa está sufriendo un desgaste por su -quizás- alta politización y un desempeño reatado a consideraciones partidarias antes que a políticas de Estado.
No olvidemos, además, que el sistema judicial brasileño condenó recientemente a un exejecutivo de refinación y suministros de Petrobras por delitos de “lavado de dinero y fraude” por su papel en el masivo escándalo de soborno.
Creo que los problemas que enfrentan la siempre respetada Petrobras y Brasil en general son un llamado de atención. Nunca antes Brasil estuvo en condiciones tan cuestionables como ahora. Millones de brasileros y de latinoamericanos marcharon en el
#VemPraRua contra Dilma porque la gente está, realmente, hasta el hartazgo de la forma en que se maneja al gigante latinoamericano.
Parabens a mis amigos de Brasil y un deseo de una pronta recuperación de esta debacle que, sin dudas, les traerá repercusiones.
Fuente: diariolasamericas.com
Resulta muy difícil creer las noticias que circulan en los medios con relación a Brasil y a su principal compañía petrolera que, de acuerdo a su reporte 2014, habría tenido una pérdida de más de ¡7.000 millones de dólares!
La compañía estatal brasilera -que hasta hace poco era considerada un modelo de corporación a nivel mundial por ser la más grande del hemisferio en operaciones de hidrocarburos- “anunció los resultados de su balance auditado del año pasado, en medio del
escándalo por corrupción” (INFOBAE).
Quizá el populismo no le hizo bien a Petrobras que, según varias fuentes, anunció “pérdidas por 21.600 millones de reales (equivalentes a 7.174 millones de dólares) en 2014. Gran parte de esas pérdidas son por lo que la prensa denomina “maniobras de
corrupción” que, naturalmente, golpearon al otrora sólido Gobierno corporativo de esa compañía.
Recuerdo perfectamente que cuando daba conferencias y cátedras relacionadas con gerenciamiento de compañías del sector de hidrocarburos, nos referíamos a Brasil y a su compañía como un verdadero rol o modelo de compañía exitosa latinoamericana en
negocios globales. Algo pasó. En algún momento se echó a perder la cosa.
En varios reportes se puede leer que la petrolera brasileña informó a sus socios que “perdió 8.800 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2014, por un caso de corrupción y otros ajustes en la valoración de activos”.
Junto a los muy pobres resultados de Bolivia y de Venezuela en materia de hidrocarburos, realmente parece que la mala hora le llegó también a Brasil. En ninguno de los tres países se puede asegurar que la industria energética (petróleo, gas, electricidad)
está en su buen momento. Por el contrario.
A todo ello de los escándalos de corrupción –ampliamente reseñados- se debe agregar la caída de precios del petróleo, el lento avance de sus proyectos en el gigantesco reservorio off shore pre-Sal.
La compañía, sin embargo, atribuyó el resultado negativo de 2014 “a la pérdida de 14.866 millones de dólares por la devaluación de sus activos y a los perjuicios causados por la corrupción”. Vale decir que, al parecer, reconocen que su gran maquinaria
corporativa está sufriendo un desgaste por su -quizás- alta politización y un desempeño reatado a consideraciones partidarias antes que a políticas de Estado.
No olvidemos, además, que el sistema judicial brasileño condenó recientemente a un exejecutivo de refinación y suministros de Petrobras por delitos de “lavado de dinero y fraude” por su papel en el masivo escándalo de soborno.
Creo que los problemas que enfrentan la siempre respetada Petrobras y Brasil en general son un llamado de atención. Nunca antes Brasil estuvo en condiciones tan cuestionables como ahora. Millones de brasileros y de latinoamericanos marcharon en el
#VemPraRua contra Dilma porque la gente está, realmente, hasta el hartazgo de la forma en que se maneja al gigante latinoamericano.
Parabens a mis amigos de Brasil y un deseo de una pronta recuperación de esta debacle que, sin dudas, les traerá repercusiones.
Fuente: diariolasamericas.com
Llegó la mala hora para la industria del petróleo brasileño @bguzqueda
Reviewed by luis
on
4/29/2015
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