Poder, historia y dignidad @DoublePlusUT #Especial

La capacidad para gobernar no tiene nada que ver con la capacidad para mantenerse en el poder; el régimen chavista es la mejor prueba de esto. Gracias a un fenómeno de disociación psico-política originado en la creencia estúpida en un poder omnímodo sobre el país, Chávez-Maduro y su pequeña camarilla, desconociendo los datos de la realidad, han creído que aferrarse a Miraflores es lo mismo o puede sustituir lo que en buena política tenemos que llamar el arte de gobernar.

 La lección es completa porque no ha habido -y esperamos que nunca más vuelva a haber- quien haya gobernado por más tiempo, con más poder, con más dinero y con más adhesión popular, como el chavismo: más de diez y ocho años, seguramente más de 2 millones de millones de dólares y, hasta hace poco, la incondicionalidad de todos los poderes a su servicio; y, todo, ¿para qué?

Pues para demostrar que nada de eso es gobernar y que, como reza el antiguo dicho, todo poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente; lecciones de primaria política que, siempre que aparece un dictador, se desconocen hasta que la tragedia lo alcanza y arrastra a su ruina total. Que usted, yo, o cualquier mente relativamente sana se pregunte cómo es posible que estos sujetos lleguen a creerse semejante idiotez será, pensamos, materia de psicólogos y no para nosotros.

La historia no es solamente lo pasado, sino también lo que se está produciendo y lo que está por ocurrir: es creación humana. No podremos jamás culpar a Dios por la historia, por esta tendremos que dar cuenta siempre los hombres. Los dictadores, en su delirio incoherente, vociferan sus vulgaridades en público mientras sudan de miedo en la soledad. Nada distinto acontece ahora mismo en Venezuela. Asistimos al final del chavismo y, para su desgracia, quiso la historia que lo que comenzó como romántico poema terminara en vergüenza y crímenes de lesa humanidad e impresiona ver cómo parece no quedar allí el mínimo talento indispensable para que el episodio conserve algo de dignidad.



Miguel Aponte
Profesor en la Universidad Central de Venezuela
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economiapoliticaehucv.wordpress.com